Es normal que el interior de un coche se caliente significativamente durante el verano, especialmente si está estacionado bajo el sol durante largos períodos de tiempo.
No olvides que usar parasoles en parabrisas y ventanas reduce la cantidad de calor que ingresa al vehículo, así como que, antes de entrar, abrir las ventanas puede ser de lo más útil. Una vez dentro, no lo dudes, enciende el aire acondicionado para enfriar rápidamente el interior y, si es necesario, ajusta las salidas de aire hacia arriba para que el aire caliente se eleve hacia el techo. Una vez que el interior comience a enfriarse con el aire acondicionado, puedes cambiar la configuración de las salidas de aire para que el aire fresco circule por todo el interior.
Si no tienes aire acondicionado, abre las ventanas mientras conduces para permitir que el aire circule y disipe el calor acumulado. Un último consejo que podemos compartir contigo es que evites superficies calientes. Al tocar superficies metálicas, como la hebilla del cinturón de seguridad o el volante, estas pueden estar extremadamente calientes. Usa fundas para el volante o coloca una toalla sobre la hebilla del cinturón de seguridad si es necesario.
Siempre es importante tener cuidado al ingresar al vehículo en días calurosos y tomar medidas para evitar la exposición prolongada al calor extremo. Además, nunca dejes a niños, mascotas u objetos sensibles al calor dentro de un coche cerrado bajo el sol, ya que esto puede ser peligroso e incluso mortal.
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