¡Escucha tus ruedas!

Las ruedas son voluminosas y características. Un neumático en mal estado resulta lo más peligroso para el conductor y pasajeros, por lo que su cuidado es más que necesario, imprescindible para la seguridad de todos.

Siempre hay que tener en cuenta su fragilidad. Hay que, por ello, prestar atención a la sensación al conducir, como pudiera ser una conducción desigual, lo que indicaría desgaste, así como vibraciones. En caso de que haya cualquier tipo de perturbación excesiva, lo más recomendable es parar en la estación de servicio o gasolinera más cercana para revisar, personalmente, los neumáticos. A continuación será probable encontrarse con ruedas dañadas o desinfladas, por lo que la rueda de repuesto puede salvar el momento, pero no la situación.

Consultar a un profesional siempre es mejor, puesto que su examen llevará a un problema específico.

Pautas para una inspección de ruedas

  • Lo primero comprobar la presión del aire. Recomendable de realizar una vez al mes.
    Comprobar desgaste. Existen dos formas de hacerlo: con un profundímetro o con indicadores de desgaste de la banda de rodadura. La banda de rodadura puede señalar un inflado insuficiente, por lo que la solución sería simplemente una inyección de aire. Si por el contrario, el inflado es excesivo, realizar todo lo contrario (expulsar aire). Siempre pueden haber daños, así que no hay por qué alarmarse antes de tiempo o hacerlo una vez hemos descubierto que, efectivamente, hay problemas.
    Ante perforaciones o elementos extraños, acudir al taller.

No olvidemos las llantas

Este puede que sea el elemento más visual por su diseño y atractivo (o falta del mismo). Muchas veces las llantas de acero se cubren con un tapacubos que realiza una función meramente estética.

En ellas, el tamaño y el peso cumplen una función de importancia, puesto que el perímetro de la rueda deberá ser el mismo al de la llanta. La anchura de la llanta suele expresarse en pulgadas y hace ver el ancho máximo de neumático que puede portar. Este es un dato importantísimo.

En definitiva —> ¡Hay que ser precavido! Sobre todo cuando las condiciones meteorológicas son desfavorables, como pudiera ser una lluvia abundante o capas de hielo o nieve en la carretera. Teniendo en cuenta la calidad de la rueda, su resistencia y siendo consciente del entorno, todo indica a disfrutar de un viaje que marche, en todos los sentidos, sobre ruedas.

El embrague y su funcionamiento

Distinguimos el embrague por ser una de las piezas más importantes de conocer del automóvil. Cuenta con diferentes elementos, por lo que está dividido en volante, maza, disco y mecanismo de accionamiento.

Para aportar curiosidades y si repasamos cada uno de estos paso por paso, el primero queda ligado al cigüeñal, el segundo se le conoce también como plato de presión y su función supone comprimir o bien liberar el disco del embrague. Por otro lado, para reconocer el disco de fricción, saber que tiene dos caras cuya sustancia recuerda al de las pastillas de freno, acoplado a su vez a la caja de cambios gracias a un eje.

En último lugar pero no menos importante, reconocer el mecanismo de accionamiento, una horquilla que funciona directamente para el accionamiento del pedal de embrague. Siguiendo así, enumerar las posiciones de este elemento: embragar, transición y desembragar, donde la primera es con el pedal soltado y la última está pisado. La transición significa soltar progresivamente el pedal, sufriendo así muchas tensiones y fricciones.

Para seguir teniendo en cuenta estos aspectos, también podríamos decir que hay diferentes tipos de embrague también por el número de discos:

  • Hidráulico: sin discos (típico de vehículos industriales).
  • Monodisco: el más utilizado.
  • Bidisco: dos discos.
  • Multidisco: usado en motocicletas.

Así mismo, saber que cuentan con diferentes tipos de refrigeración (seca o húmeda), de presión (muelles, diafragma o centrífugo) y diferentes formas de accionamiento (mecánico, hidráulico, electromagnético)…

Tener presente todos estos datos resulta de gran utilidad para distinguir este elemento clave en nuestro coche. Como recomendación, sugerimos que no se debe mantener el pie pisado en el embrague cuando el vehículo está parado o en general, puesto que se desgasta el disco. Otra recomendación es que hay que tener cuidado con no picar el embrague, en caso de avería, ¡llámanos!